• Con 18 metros de alto, el árbol bellamente iluminado fue inaugurado por el alcalde Diego Uceda.
Fiel a su característica católica y ecológica, el distrito de La Molina inauguró esta noche un bello árbol navideño, con una estructura metálica de 18 metros de alto y un diámetro de base de 7.30 metros. El símbolo de Navidad fue levantado frente al Palacio Municipal, acompañado de hermoso nacimiento rústico.
Acondicionado con 1,500 metros de luces leds, guirnaldas verdes y una gran estrella en la parte superior, el árbol navideño fue inaugurado por el alcalde Diego Uceda, en medio del entusiasmo y fervor de trabajadores y vecinos.
Es un placer como alcalde estar aquí compartiendo con ustedes la alegría de esta época tan especial, señaló con emoción la autoridad edil.
En este árbol resplandeciente, cada luz representa la esperanza, el amor y la paz que queremos compartir con todos ustedes. Las decoraciones brillantes y coloridas simbolizan la diversidad de nuestras vidas y las experiencias que nos unen en este momento de fe, anotó.
Al encender las luces el alcalde Uceda comentó que así se enciende también la chispa de la amistad y la solidaridad. Que la luz brillante de este árbol ilumine nuestros corazones y nos inspire a ser generosos, compasivos y a compartir el espíritu navideño con quienes nos rodean, enfatizó.
En esta Navidad, recordemos en primer lugar la redención de la humanidad con el nacimiento del Niño Dios y recordemos también la importancia de la familia, la amistad y la gratitud. Que, subrayó, la Sagrada Familia sea el mejor ejemplo para las familias peruanas.
También sería propicio que aprovechemos este momento para reflexionar sobre el verdadero significado de la Navidad, una época llena de esperanza y amor.
En medio de las luces brillantes, los regalos y la alegría compartida, es esencial recordar el motivo principal de esta celebración: el nacimiento de Jesús.
La historia de la Navidad nos transporta a una humilde posada en Belén, donde María y José recibieron al niño Jesús en un pesebre. Este momento marcó el comienzo de una vida que cambiaría el curso de la historia.
Jesús, el hijo de Dios, vino al mundo como un regalo divino, un símbolo de esperanza para la humanidad. Su vida fue un testimonio de santidad, amor incondicional, comprensión y perdón.
La Navidad es un recordatorio de que la luz de Jesús brilla en la oscuridad, iluminando nuestros caminos y guiándonos hacia la verdad y la redención. Además de los regalos materiales, recordemos también los regalos del espíritu: el amor, la compasión, la paciencia, la tolerancia y la gratitud. Estos son los regalos que perduran mucho después de que las luces de Navidad se apagan.
Que esta Navidad sea más que solo intercambio de regalos; que sea un tiempo para reflexionar sobre el amor divino que nos une a todos. Que podamos llevar la luz de Jesús a cada rincón de nuestras vidas y compartir esa luz con aquellos que más lo necesitan.
Que este árbol sea un recordatorio de la alegría de la Navidad y la oportunidad de renovar nuestra esperanza para el futuro.
¡Que el Niño Dios llegue a todos los hogares de La Molina cargado de bendiciones!
¡Que la luz de este árbol ilumine nuestro camino hacia un nuevo año lleno de bendiciones y éxitos!
¡Feliz Navidad!
Fue el deseo final de Diego Uceda