• Milagrosa imagen llegó en procesión hasta el Palacio Municipal, donde el Alcalde Diego Uceda, trabajadores y vecinos rindieron honores.
• Impresionante alfombra de flores recibió a la procesión.
La Municipalidad de La Molina, encabezada por su alcalde Diego Uceda, familia y trabajadores, rindieron hoy sentido tributo al Señor de los Milagros, que llegó en procesión hasta el Palacio Municipal.
Una impresionante alfombra de flores, con los colores y el símbolo de la comuna matizaron el acto, en tanto que sahumadoras y cantoras se sumaron a las expresiones de fe.
La procesión del Señor de los Milagros la organiza anualmente la Hermandad de Cargadores del distrito con el apoyo de la comuna. Ulises Jordán Ramos, Mayordomo de la Hermandad, reveló que la institución decidió distinguir al alcalde Uceda por su constante apoyo a la institución.
Lentamente el anda del Señor de los Milagros se desplazó por inmediaciones del Palacio Municipal, mientras se escuchaban canciones a cargo de la banda de la Policía Nacional del Perú (PNP) y posteriormente de Chayo Saldarriaga.
Diego Uceda impuso un reconocimiento al Señor de los Milagros y arreglos florales, en medio de las oraciones y aplausos de los presentes. La autoridad edil le dio la bienvenida al Cristo Morado y pidió sus bendiciones y protección para las familias del distrito.
Tras el rendimiento de honores, oraciones y deseos por el progreso de La Molina y del Perú, la imagen continuó su recorrido por distintas calles y sectores del distrito.
HISTORIA
La imagen del Cristo Moreno fue pintada sobre una pared de adobe ubicada en el Altar Mayor del Santuario de las Nazarenas de Lima. También se le conoce como Cristo de Pachacamilla o Señor de los Temblores.
Cuenta la historia que a mediados del siglo XVII, personas de Angola formaron la cofradía de Pachacamilla y levantaron la edificación en la que se pintó al Cristo Crucificado.
El 13 de noviembre de 1655, un imponente terremoto sacudió Lima y Callao e hizo caer muchas paredes y edificios. En la Iglesia de Nazarenas, todas las que construyeron los angoleños también se derrumbaron, pero el muro donde estaba pintada la imagen de Jesús no, por lo que fue considerado como un milagro. De esta forma, se inició el culto popular.
Luego, después de otro sismo en 1687 que no tumbó la imagen, se dio la primera procesión. Fue Sebastián de Antuñano, impulsador de la devoción del Cristo, quien ordenó la confección de una copia al óleo y consiguió el permiso para que la imagen saliera en andas
La Molina, 14 octubre 2023