Entrevista a mía Rodriguez, vecina Molinense y medalla de bronce en front tenis femenino en Los Juegos Panamericanos Lima 2019.A sus cortos 21 años, Mía Rodríguez le ha dado a nuestro país grandes alegrías, y es que se ha consagrado como toda una campeona en los Juegos Panamericanos Lima 2019.Vecina de La Molina, Mia nos cuenta que este logro es el resultado de un trabajo que empezó desde los 6 años cuando su padre la llevó por primera vez a la academia para practicar como un hobby el tenis, sin imaginar que se convertiría para ella en toda una pasión y en un estilo de vida que le traería consigo sacrificio, dedicación y responsabilidad.Mía, obtuvo medalla de bronce en front tenis femenino de la pelota vasca y nos comenta emocionada que este triunfo se lo debe principalmente a su familia que la apoyó en todo momento y quien le inculcó el valor de la disciplina, para sobrellevar sus estudios universitarios en la Universidad Particular de Ciencias Aplicadas y sus intensos entrenamientos, logrando ubicarse en el tercio superior.Sobre su experiencia en los Juegos Panamericanos, expresa: “Lo que más recuerdo de los Panamericanos fue la inauguración en sí, fue increíble, ver tanta gente, ver los otros países con los que íbamos a competir. Nervios, también, muchos nervios de saber que jugaríamos con otros países”.Ahora, el futuro es prometedor para nuestra vecina molinense quien se prepara a participar del Mundial Sub 22, que se desarrollará en mes y medio y luego la Copa del Mundo el próximo año.Mientras tanto, Mia sigue entrenando y esforzándose por cumplir sus sueños tiene claro lo que anhela, pero sobretodo tiene una razón que la motiva día a día, un ángel que la acompaña en todo momento. “Hace poco falleció una de mis mejores amigas, literalmente a un mes de los Panamericanos, y ella me había prometido que me vería competir, de hecho siempre me ha seguido y me acompañó a mi última competencia, entonces ella iba a ir a verme a los juegos, ya habíamos quedado y todo, y justo fallece. Me chocó bastante. Cuando gané le dediqué mi triunfo.