En un operativo en conjunto entre la Municipalidad de La Molina y Sedapal, se detectó una red de conexión clandestina de desagüe que habría sido utilizada para lavaderos informales de autos y ferreterías que, previamente, habían sido clausuradas por no contar con licencia de funcionamiento ni certificado de Defensa Civil.
Esta mañana, trabajadores de la empresa Sedapal y fiscalizadores se apersonaron al lugar donde funcionaba un empalme clandestino a la red matriz de alcantarillado y procedieron a la clausura del mismo.
“En la berma central de las avenidas Separadora y La Molina se encuentran estas edificaciones que no tienen ningún tipo de autorización para ejercer actividades comerciales. En este espacio se han construido lavaderos de carros y ferreterías que operan contraviniendo las normativas municipales”, señaló Alejandro Vicuña Vásquez, subgerente de Fiscalización Administrativa de la Municipalidad de La Molina.
Asimismo, informó que los locales fueron sancionados con una multa que asciende al 160% de la UIT, equivalente a 8 240 soles. Cabe recordar que estos establecimientos informales están ubicados donde se harán las futuras obras para el tramo del anillo vial periférico de la Municipalidad Metropolitana de Lima.
Por disposición del alcalde de La Molina, Diego Uceda, estas tareas de fiscalización continuarán ejecutándose con la finalidad de respetar el principio de autoridad ante la informalidad y proteger del medio ambiente.